Por qué no deberías darle a tu hijo uvas en Nochevieja
La uvas son la fruta más peligrosa para los niños menores de cinco años.
Comer uvas en Nochevieja es una tradición que pocas personas se saltan. Unos las pelan para quitarles la piel y otros defienden que deben comerse enteras, con piel y con pepitas, pero casi nadie se atreve a tentar a la mala suerte dejándose uvas en su plato cuando dan las doce.
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Pero las uvas tienen también un lado oscuro que poca gente conoce. Esta fruta es la tercera causa de ahogamiento infantil provocado por alimentos, solo superado por los caramelos y las salchichas. Aunque queramos introducir a nuestros hijos pequeños en la tradición navideña de comer uvas en Nochevieja, es mucho más seguro que los animemos a celebrar la entrada del año con cualquier otra cosa que no sea peligrosa para ellos.
El motivo de que sean tan peligrosas para los niños, especialmente los menores de cinco años, es que estas frutas ovales están envueltas en una piel suave y ligeramente sensible. Como explica Jamie G. Cooper, médico de urgencias de los Servicios Nacionales de Salud en Aberdeen, las uvas comparten ciertas características con las salchichas, otros de los alimentos más peligrosos. Especialmente, la textura de esta piel que las recubre.
Dar uvas a los niños en Nochevieja es hacerlos correr un riesgo de forma innecesaria. Y para los adultos, lo de quitarle la piel y las pepitas, no es ninguna tontería.
